"Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha al mismo tiempo fue el no
aceptar las cosas como dadas. A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era
una mesa, o que la palabra "madre" era la palabra "madre" y ahí se acaba todo.
Al contrario, en el objeto
mesa y en la palabra madre empezaba para mi un itinerario
misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba."

Cortazar

jueves, 19 de mayo de 2011


La muerte me apasiona, me encanta. Me apasiona el hecho de encontrarla, de ir pensando qué pasa después. Es como una amiga, una compañera. Yo la quiero bien. No hay muerto todavía que haya muerto. ¡Es tan perfecta ella! Nos lleva a todos al mismo silencio.

Miguel Abuelo

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